La banca ética tiene su origen en la inversión socialmente responsable, la cual incorpora criterios éticos y sociales en las decisiones de inversión junto a los tradicionales de tipo financiero (liquidez, rentabilidad y riesgo) buscando equilibrio entre ambos (Sanchis, 2013). Esta forma de intermediación financiera busca democratizar las relaciones económicas y fortalecer y contribuir al desarrollo humano. Este tipo de banca financia proyectos excluidos por la banca convencional, a la que no le interesan por no garantizar alta rentabilidad. De esta manera la banca ética orienta sus decisiones de financiación hacia dos tipos de inversiones: - financiación de proyectos sociales:culturales, inserción de colectivos excluidos, mejora del medio ambiente,... - financiación de empresas socialmente responsables.
Han aparecido experiencias de banca ética, como los microcréditos, que se han centrado en financiar los proyectos de las personas con menos recursos; pero, también, se han fortalecido los valores sociales originarios que llevaron a que tanto las cooperativas de crédito como las cajas de ahorro fueran verdaderos ejemplos de banca solidaria y responsable surgiendo nuevas entidades financieras como FIARE, Coop57, Triodos Bank,... que sumadas a las ya existentes (Caixa Popular, Laboral Kutxa,...) están provocando un cambio en el sector de la intermediación financiera. Junto a ello aparecen innovadoras experiencias, en ausencia de intermediarios financieros, como el crowdfunding, que movilizan a la ciudadanía a apoyar, con sus ahorros y aportaciones individuales, proyectos de pequeña envergadura en el ámbito cultural y artístico principalmente a través de plataformas virtuales otorgando premios y recompensas a las personas que apoyan estos proyectos. También es destacable la aparición de clubes de inversión, como el GAP (Grupo de Apoyo a Proyectos) que tratan de poner en contacto inversores con proyectos aplicando criterios de viabilidad social y económica.
No podemos olvidar el apoyo que la economía social está teniendo desde instituciones del Estado (Gobierno Central, Autonómico, Local). Por ejemplo, la reciente aprobación dela Estrategia Española de Economía Social2017-2020 o el programa autonómico FentCooperatives. Paralelamente empiezan a desarrollarse los seguros éticos como instrumentos financieros al servicio de las personas con unos principios basados en la mutualidad, la equidad y la transparencia.