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Consum, historia de una gran cooperativa


A principios de los años 70, con el crecimiento de las ciudades de los últimos años de la dictadura, aumentó la demanda de alimentos básicos para cubrir las necesidades de la nueva población urbana. Por su parte, además, empezaron a proliferar los intermediarios en la distribución y comercialización de todo tipo de productos alimenticios, provocando un aumento del coste de la vida. El movimiento cooperativista valenciano surgió durante esos años apoyado por las bases sociales del catolicismo y por el movimiento sindicalista, que se encontraban en plena ebullición.

Consum abrió sus puertas en noviembre de 1975 con un supermercado en Alaquàs, atendido por seis empleados. Nació como una cooperativa de consumidores y usuarios cuya finalidad era adquirir productos básicos a precios bajos, dada que la inflación en aquellos momentos rondaba el 20%. Sus promotores tenían relaciones con el movimiento sindical y los partidos políticos democráticos, lo que les permitió encontrar con facilidad socios que se ilusionaran con el proyecto. En 1974 se había aprobado la Ley General de Cooperativas, lo cual propició un impulso al cooperativismo, que intentaba ofrecer opciones a la difícil situación de la clase trabajadora tras la crisis económica de 1973. El cooperativismo se percibía como una alternativa al paro y una vía a la democratización laboral.

Consum inició su fase de expansión al año siguiente de su constitución, que consistió en abrir tiendas en poblaciones del entorno y, a su vez, adquirir pequeñas cooperativas de consumo ya existentes. Creció rápidamente, lo que le hizo tener que profesionalizar su gestión en 1977, al empezar a aparecer en aquellos momentos grandes hipermercados de capital extranjero que constituían un serio peligro. Una decisión tomada en aquella época que les hizo ganar socios y por tanto aumentar las ventas fue la de pasar de tres mil pesetas (18 €) a cien pesetas (0,60€) la cuota de capital social obligatorio para poder entrar a formar parte de la cooperativa. El aumento de las tiendas y las ventas les hizo crear su propia central de distribución (almacén central de productos no perecederos) para llegar antes y de manera más eficaz a los puntos de venta, contando posteriormente también con una central hortofrutícola, otra de carnes y otra de pescado. Gracias a todo ello Consum pasó en sólo seis años a disponer de más de 100 trabajadores, 17 puntos de venta, un volumen de ventas de 1000 millones de pesetas (6 millones de euros) y 8200 socios consumidores.


Siguió progresando los siguientes años hasta que a finales de los 80 su estrategia cambió, empezando a estar interesada en adquirir cadenas de distribución alimentaria. Así se hizo con Vegeva (Supereco) y Costeprix. En 1990 era ya una gran empresa valenciana, que ocupaba los primeros puestos en el sector de la distribución, ocupando a más de 1000 trabajadores y contando con 71 puntos de venta. Para poder competir con las grandes del sector en igualdad de condiciones, se unió a Eroski, formando el Grupo Eroski en 1991. La unión fue meramente comercial, no fusionándose las cooperativas. A partir de 2004 retomó su andadura en solitario, saliendo del Grupo Eroski por desavenencias respecto al modelo organizativo. En 2012 era ya la mayor cooperativa de España en número de socios consumidores, contando con más de 600 puntos de venta. En 2014 era la segunda empresa valenciana en cuanto a número de trabajadores y volumen de facturación.

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